Como en cualquier tipo de discriminación en que se manifiesta el miedo al “otro”, la discriminación por edad, edadismo o en su término en inglés ageism, es el conjunto de prejuicios y estereotipos por razón de edad.
Aunque el ageism afecte a todas las edades, son las personas de edad avanzada las que más lo sufren. Ignorados, marginados y tratados con condescendencia e incluso menosprecio, este colectivo se tiene que enfrentar en su día a día a muchas barreras que limitan su bienestar físico y mental. Pasados por alto en entornos profesionales, invisibilizados o ridiculizados en los medios, excluidos de servicios públicos y de salud, mal representados en los relatos tanto a nivel emocional como físico, negación de la sexualidad… El rápido avance de la tecnología ha sido otro motivo para crear una nueva barrera que les separe y excluya.7
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Aun cuando bienintencionado, el tratamiento de la vejez se suele basar en su negación. Frases del tipo “los 60 son los nuevos 50” lo único que hacen es reforzar la idea de que juventud es sinónimo de jovialidad y felicidad y que vejez lo es de decrepitud, aburrimiento u obsolescencia. Lo mismo sucedería con los productos y tratamientos de belleza que no optan por presentar una vejez digna y orgullosa, sino que tratan de eliminarla y esconderla (una crema hidratante puede simplemente hidratar, no es necesario que te prometa que vas a parecer 10 años más joven en 14 días).
Las conversaciones sobre diversidad están a la orden del día, pero rara vez se extienden a la falta de representación por edades. No obstante, ya sea por motivos éticos o capitalistas, parece que el ageism en la moda y en los medios se está tímidamente revirtiendo debido a que las marcas hace ya unos años se están dando cuenta del potencial de este ignorado mercado. La creciente cantidad de modelos de edad avanzada de pasarela, campañas y beauty serían ejemplo de ello, aunque a menudo, se eligen iconos de otras industrias como reclamo (Joan Didion para Céline, Catherine Deneuve para Louis Vuitton o Jane Fonda para Gucci recientemente) o en pasarela para llenar el cupo y no porque haya una real diversidad en el cásting ni en la marca, lo mismo que sucedería con las modelos plus size.
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En cualquier caso, todo paso, por pequeño que sea, es un avance. Y el poder democratizador de internet ha acabado convirtiendo en iconos a personalidades como Iris Apfel, a proyectos como Advanced Style, a modelos como Yazemeenah Rossi, Daphne Selfe, Jacky O’Shaughnessy, Jan de Villeneuve o Nicola Griffin, y a instagrammers como nuestros siguientes cinco protagonistas.
JEAN WOODS Fashionista
Su musa es Vivienne Westwood, es una enamorada de las botas Dr. Martens y sus tiendas favoritas son Topshop y Urban Outfitters. Con su característico pelo a lo Vidal Sasoon y labios burdeos casi negros, la inglesa Jean Woods de 83 años muestra su estilo grunge y alternativo en su cuenta de Instagram en la que ya suma más de 17K seguidores. Se convirtió en un icono accidental, como ella bromea al respecto, al ser una de las protagonistas del documental Fabulous Fashionistas (Sue Borne, 2013). Cuenta que desde entonces ha recibido decenas y decenas de mensajes de gente de todo el mundo a quienes ha inspirado a olvidarse de la fecha de caducidad y del “ya no tengo edad para ponerme esto”. No considera que haya nada que no pueda ponerse, mientras encaje con su estilo. Solo es cuestión de proponérselo, como ella hizo un día, explica. Cuando murió su marido después de 56 años juntos, empezó a trabajar en Gap, convirtiéndose en su empleada más mayor a los 70 años. Se fue poco a poco empoderando y su estilo fue transformándose hasta el streetwear y grunge que es hoy. Sin cirugía ni botox, y con su personalidad y estilo alternativo, Woods redefine y desafía las expectativas en cuanto a hacerse mayor y en cuanto a estilo se refiere.
https://www.youtube.com/watch?v=i6ynyHNlRJ0
SLVR.TETSUYA Age 86. Teacher. I wear my grandson’s clothes
Naoya Kudo, un publicista afincado en Tokyo, con la excusa de deshacerse del exceso de ropa que tenía en casa y venderla on-line, aprovechó unas vacaciones familiares para llevar a cabo un pequeño proyecto fotográfico con su abuelo. Sin más intención que la de pasar un buen rato con él, se propuso hacerle fotos con estas prendas buscando el simpático y cómico contraste entre un señor de edad avanzada, fotografiado en un entorno rural, con ropa de marcas de streetwear y lujo (Balenciaga, Loewe, Vetements, Prada… you name it). Las primeras fotos que Kudo compartió se viralizaron, y en menos de 6 meses la cuenta había superado los 130K seguidores (en estos momentos supera los 150K. Aunque Tetsuda no está personalmente interesado en las redes sociales y es su nieto quien lleva la cuenta, así es como este profesor de química jubilado de 84 años se convirtió en toda una sensación en Instagram. Debido a que el objetivo no era otro que pasar tiempo con su abuelo y crear un bello recuerdo (de Slvr Tetsuya han también nacido una exposición fotográfica, un libro y merch), Kudo da el proyecto por finalizado, aunque no descarta seguir trabajando en esta línea en el futuro. Aunque Tetsuya no represente el perfil de usuario de edad avanzada al día en tendencias y redes sociales, sí manifiesta el interés por la diversidad de modelos (en oposición a los jovencísimos y perfectos cuerpos en localizaciones lujosas y exóticas) y el respeto y celebración de esta casi inexistente etapa de la vida en la red.
WANT SHOW AS YOUNG Antiguo personal de lavandería. Nuestro nieto no puede soportar ver que el abuelo y la abuela se aburren todos los días. Incluso si la ropa se deja durante 10 años, todavía puede estar de moda. Incluso si Wan Ji Xiu’e tiene 84 años, todavía puede ser joven.
La pandemia dejó la lavandería Wansho de Taichung, Taiwan con muy poca actividad. El nieto de la pareja de octogenarios que la regenta odiaba verles tan aburridos y faltos de energía, por lo que se le ocurrió que vistieran la ropa que los clientes no habían ido a recoger y llevaban olvidas en el local durante años. Con su reinterpretación de las prendas, combinadas con sus propios complementos y con una pequeña ayuda de su nieto, Chang Wan-ji y Hsu Sho-er han conquistado en pocos meses más de 600k seguidores. Las fotos de Want Show As Young, que bien podrían ser campaña de un Balenciaga de Demna Gvasalia o de un Gucci de Alessandro Michele, suponen otro caso de éxito en la representación de la edad avanzada en moda y en entornos digitales, además de habernos arrancado más de una sonrisa durante estos extraños tiempos.
Hablar de Lance Walsh es sinónimo de hablar de Supreme. El vendedor de fruta londinense de 60 años es un apasionado de la moda desde pequeño, comodidad y diseño a los que se acostumbró por la ropa de cashmere que su madre traía de la tienda en la que trabajaba. Sus looks de sneakers, sudaderas, anoraks y chándals de prints y colores a la última son seguidos por más de 50k personas. Cuenta que los fans que pasan a saludarle y hacerse una foto con él han supuesto un aumento en las ventas. Por comodidad, durabilidad y diseño, su marca favorita es Supreme. Walsh necesita ropa resistente y abrigada, que le permita estar largas horas a la intemperie en su puesto de fruta callejero.
https://freefolk.com/work/lance-walsh/
BADDIE WINCKLE Stealing your man since 1928
Con su propia entrada en Wikipedia y 3’6 millones de seguidores en Instagram, Helen Ruth Elam aka Baddie Winckle de 92 años es una explosiva, colorista y excéntrica activista contra el ageism y contra la esclavitud de las industrias de la moda y belleza, abogando por el body positive y la celebración de todos los cuerpos a todas las edades. Convertida en toda una celebrity a raíz de que Rihanna empezara a seguir su cuenta en la que compartía fotos con la ropa de su bisnieta, le empezaron a llegar las marcas y eventos de Netflix, MTV o VH1, entre otros. La de Winckle también es una historia de superación. La muerte de su marido y de uno de sus hijos fue un durísimo golpe en su vida, siendo este personaje un maravilloso y emocionante nuevo capítulo en su vida.
