Basta con navegar unos minutos por Internet para percatarse de que el universo de la moda es repetidamente tachado de sórdido, peligroso y hostil. Calificativos que, lejos de limitarse a lo evidente al ojo humano, aluden a actitudes que tienden a quedar ocultas tras las cámaras, cuyo epicentro son las bambalinas de un sector que se recrea en el glamour, el lujo y un ecosistema idílico en el que parecen no existir los problemas. Error. Son muchos los escándalos que han sacudido a la industria de la moda, y que aún a día de hoy se siguen destapando. Desde las acusaciones por abuso sexual de Bruce Weber o Mario Testino, hasta los popularmente conocidos como “follógrafos”, depredadores que atentan vilmente contra una de las profesiones más bellas del mundo: la fotografía. ¿Por qué la moda parece ser un territorio prolífico para este tipo de prácticas? ¿Estamos avanzando por el buen camino? ¿Cómo podemos evitarlo? Lo descubrimos en La Hora del Vermut.